viernes, 13 de noviembre de 2009

ELLO; YO Y SUPERYO

Ello, Yo y Superyó son conceptos fundamentales en la teoría del psicoanálisis con lo que Sigmund Freud intentó explicar el funcionamiento psíquico humano, postulando la existencia de un aparato psíquico que tiene una estructura particular. Sostuvo que este aparato está dividido, a grandes rasgos, en tres instancias, el Ello, el Yo y el Superyó. A su vez, gran parte de los contenidos y mecanismos psiquicos que operan en cada una de estas entidades son inconscientes.

Freud, en su segunda teoría acerca de la estructura del aparato psíquico, distingue tres instancias fundamentales:

El Ello: Su contenido es inconsciente y consiste fundamentalmente en la expresión psíquica de las pulsiones y deseos. Está en conflicto con el Yo y el Superyó, instancias que en la teoría de Freud se han escindido posteriormente de él.[1]
El Yo: Instancia psíquica actuante y que aparece como mediadora entre las otras dos. Intentando conciliar las exigencias normativas y punitivas del Superyó, como asimismo las demandas de la realidad, con los intereses del Ello por satisfacer deseos insconscientes es la instancia encargada de desarrollar mecanismos que permitan obtener el mayor placer posible, pero dentro de los marcos que la realidad permita. Es además la entidad psíquica encargada de la defensa, siendo gran parte de su contenido inconsciente.[2]
El Superyó: Instancia moral, enjuiciadora de la actividad yoica. El Superyó es para Freud una instancia que surge como resultado de la resolución del complejo de Edipo y constituye la internalización de las normas, reglas y prohibiciones parentales.[3]

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